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fuga de capitales

Un refugio menos para los ricos

25 gestoras han integrado 55 sicav en fondos de inversión, según datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Es el caso de Rubicón (de Acacia Inversión) en el fondo Acacia Invermix 30-60, o el Giessen Inversiones de Mutuactivos en el fondo Patrimonio Global. “Hace años era un vehículo que contaba con muchos más adeptos entre los inversores particulares. Con la ventaja fiscal que supuso el traspaso entre fondos de inversión, que no tributaban, empezó a utilizarse menos”, señala Carmelo Lázaro, director comercial de Grandes Patrimonios de Tressis. Pero para quien realmente ha sido una ´perita en dulce’ es para los considerados como ricos. “El 80% de las sicav está en manos privadas, de una gran fortuna. Si se producen cambios perderán atractivo ya que dejarán de poder eludir la tributación de la ganancia de capital”, indica José María Mollinedo, secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha). ¿Pagarán justo por pecadores? La normativa dice que, para verse beneficiadas por la reducción de la tributación en el Impuestos de Sociedades (beneficios al 1% frente al 25% del resto), deben contar con un mínimo de cien accionistas si quieren ser consideradas como instituciones de inversión colectiva. Únicamente tributan por las plusvalías cuando venden las acciones, y lo hacen al mismo tipo que otros productos como los fondos de inversión. ¿Qué ocurre? Que quien realmente lleva los hilos, y pone la ‘pasta’, es uno o dos inversores. El resto son los denominados ‘mariachis’, inversores testaferros que son mero comparsas. Tanto, que su ‘desembolso’ puede llegar a ser sólo de un euro. De ahí su ‘mala fama’. Ante la posible llegada del ‘lobo’, sálvese quien pueda. “Cada vez que hay una andanada de cambios normativos la gente busca otras alternativas”, manifiesta Manuel Romera, director del Sector Financiero de…