La violencia Cuidado con la efusividad que mostramos por escrito. Desde Marketing Directo advierten que cuando se twittea con demasiada efusividad sobre un tema que se sigue con mucha expectación y tiene relación con nuestro trabajo, se corre el riesgo de que el contexto se malinterprete y se tache de hacer apología a la violencia. En este caso, lo mejor es pedir disculpas, aunque puede que sea demasiado tarde y hayamos enfadado a nuestro jefe.
Fue el caso de Chad Shanks, responsable de comunicación de los Rockets de Houston, fue despedido por mostrarse demasiado efusivo cuando el equipo estaba a punto de ganar a los Mavericks de Dallas.
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[nextpage] La persona menos popular Arriesgarnos con twitter para aumentar nuestra popularidad puede tener el efecto contrario. Le pasó a Justin Sacco, consultor de relaciones públicas con tan solo 170 seguidores. Pero se le ocurrió tuitear lo siguiente: “Voy a África. Espero no pillar el SIDA. Es broma. Soy Blanco”.
Tal y como publican en Marketing Directo, aquí no acabó todo. El escritor Sam Biddle retuiteó la publicación y sus 15.000 seguidores se indignaron. Se llegó a crear el hashtag #HasJustineLandedYet y Justin fue despedido del IAC.
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¡Ojo con la cuenta que utilizamos! Si somos responsables de la cuenta oficial de nuestra empresa, es imprescindible ser consciente de cuando la utilizamos y para qué. Tuitear nuestra opinión acerca de algo, con un lenguaje coloquial y pensando que lo hacemos desde nuestra cuenta personal, es un error que nos puede costar el puesto de trabajo. Así fue para Scott Bartosiewick, responsable de estrategia y medios de comunicación de Chrysler. Durante un atasco y pensando que lo hacía desde su cuenta personal, insultó a la marca Detroit. Lógicamente fue despedido inmediatamente.
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Saber del tema sobre el que tuiteamos Un cambio de nombre o de apellido a la hora de sentenciar o alabar a alguien, puede cambiar totalmente el resultado del tuit. Octavia Nasr, editora senior de la CNN, se equivocó de nombre en un tuit que pretendía ser un elogio y terminó siéndolo para el líder espiritual de Hezbolá, Mohammed Hussein, responsable de la muerte de 260 estadounidenses. Octavia perdió total credibilidad y fue relevada de su cargo en la CNN.
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Si tu jefe te sigue en twitter… Si va a cambiar de trabajo o tiene algo que criticar de su empleo actual, es más que recomendable no publicarlo en las redes sociales. Un joven de Texas anunció que iba a ser contratado por otra empresa y dedicó varios comentarios, poco agradables, a la empresa actual en la que estaba trabajando. Su jefe le leyó y tomó cartas en el asunto de inmediato.
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La fama hace que le lean con lupa Hay muchos ejemplos de personajes públicos y reconocidos que han perdido seguidores, han enfurecido a los lectores y han desatado la indignación en la red. Damian Goddard, comentarista deportivo en televisión y se mostró, públicamente en twitter, contrario al matrimonio entre personas del mismo sexo. La cadena televisiva alegó que la opinión de su comentarista era totalmente personal y no se identificaba con la cadena. Damian tuvo suerte, en el mejor de los casos, se llevó una reprimenda de su jefe, pero conservó su puesto de trabajo.
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Criticar al jefe, mejor no en Twitter Si está buscando otro trabajo y va a tener una entrevista o incluso sabe que ya ha sido contratado por otra empresa, es mejor que se abstenga de publicar lo que opina sobre su actual trabajo o jefe. Si no es su jefe directo el que le sigue en twitter, seguro que tiene a compañeros de trabajo o contactos. Es una inconsciencia innecesaria opinar públicamente sobre cualquier trabajo, ya que no sabemos si en un tiempo más adelante volvamos a trabajar para la misma empresa.
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Comentarios racistas Mike Backsik es jugador profesional de béisbol conocidísimo y esto le llevó a poder trabajr en la radio como comentarista. Su pasión por el deporte le llevó a llamar “sucios” a los jugadores de un equipo mexicano, lo que provocó que perdiera su trabajo tras ser acusado de racista. También ha habido casos de seguidores y aficionados al futbol que han llamado “negraco” o “mono” a jugadores del equipo contrario al que animan. No solo en las redes sociales, estas expresiones racistas también se ven a pie de campo. Sin duda son comentarios que deben ser eliminados y tener más conciencia de lo que se publica en las redes.
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Bromear con una catástrofe De informar de algo con ironía, a hacer comentarios que hieren la sensibilidad, hay un paso. Sobre todo, se debe saber sobre qué temas bromear o hacer comentarios humorísticos, porque se puede herir la sensibilidad de familiares o amigos afectados. El cómico Gilbert Gottfried tuiteó broma de mal gusto sobre el tsunami en Japón de 2011. “Japón está muy avanzado, ellos no van a la playa, la playa viene a ellos”. Lógicamente perdió su empleo.
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La información confidencial sobre tu empresa Normalmente en el contrato laboral se refleja claramente que cualquier información confidencial sobre la empresa debe ser respetada y ocultada por los empleados de la compañía. Puede que parezca un detalle sin importancia o un dato nada revelador, pero publicar este tipo de informaciones, puede hacer que perdamos la silla.
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