Durante esta campaña, España ha logrado mejorar su número de exportaciones al continente americano en comparación con años anteriores. El movimiento por el que optaron las principales aceiteras españolas fue adquirir el producto de origen extranjero para envasarlo y mandarlo desde allí, para evitar así el arancel de Donald Trump impuesto a España del 25 % por su participación en las ayudas de la UE al consorcio Airbus.
Esta práctica ya fue realizada por Italia en el pasado con el aceite de España y de esa forma llegó a liderar el mercado estadounidense de ventas, ahora España recurre a Portugal y Túnez para poder mantenerse como la principal exportadora de este producto. Además de acaparar casi la mitad de la producción mundial total de aceite.
Esperanza Orellana, la directora general de Producciones y Mercados Agrarios dice que en España se ha exportado un 40% más de volumen de venta, aunque solo ha habido un 12% de subida, lo que se traduce en una caída del precio medio del producto. En total esta campaña se ha exportado lo mismo que se produjo en el curso 2019/20: 1,12 millones de toneladas.
La demanda de este curso ha podido ser satisfecha con las existencias del ejercicio anterior, lo cual es positivo, aunque para la próxima campaña, uno de los responsables de la organización agraria COAG, Juan Luis Ávila, espera un repunte de la producción hasta las 1,4 millones de toneladas.
