Repsol ha registrado unas pérdidas netas de 2.578 millones de euros entre enero y septiembre de 2020 después de sufrir un impacto por la crisis sanitaria del coronavirus de 2.774 millones de euros por la revisión en su hipótesis de precios futuros del crudo y del gas y el ajuste del valor de sus activos de exploración y producción.
Así lo ha apuntado la propia compañía mediante un comunicado en el que han destacado la situación sin precedentes provocada por la pandemia de la Covid-19, que llevó a un desplome histórico en los precios del crudo y del gas con un impacto negativo de 1.048 millones de euros en los inventarios de la compañía.
En este entorno, el resultado neto ajustado de la petrolera ha ascendido a 196 millones de euros hasta septiembre. Unos datos que suman los efectos de las medidas adoptadas por Repsol al inicio de la pandemia que ha permitido que el resultado neto ajustado del tercer trimestre mejore en 265 millones de euros el resultado negativo de los 258 millones del trimestre anterior. Es decir, ha sumado 7 millones de euros.
Ante estos datos, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha destacado que la compañía está “mostrando solidez y resiliencia en un escenario sin precedentes, a la vez que ponemos en marcha proyectos innovadores para lograr un mundo más descarbonizado desplegando todas las tecnologías posibles, ya que todas las fuentes de energía son necesarias para responder a este reto de manera justa y eficaz”.