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Las claves de Destinia para la supervivencia del turismo

Por Redacción Capital

2020 ha supuesto la peor crisis para el turismo de su historia. Lo muestran las cifras, ya que este pasado año visitaron España casi 20 millones de extranjeros, es decir, unos 63 millones menos que en 2019 cuando 83,5 millones de turistas optaron por este país para disfrutar de unos días de desconexión. Esto, en datos económicos, no es mucho más alentador. El gasto de los turistas del pasado año no alcanza los 20.000 millones de euros frente a los casi 92.000 millones de 2019. Unas pérdidas insalvables que ha obligado a cerrar numerosos hoteles por falta de turistas. Y ahí está el problema. ¿Cuándo se recuperará el sector turístico español? ¿Hay previsiones positivas de cara a este 2021? Ricardo Fernández, director general de Destinia, sentencia: “A nivel macro es prácticamente imposible que la industria como tal se recupere antes de 2023 o 2024”.

El director general de esta agencia de viajes digital no descarta que a nivel micro la recuperación sea previa, pero reconoce a Capital que “2020 ha sido un año complicadísimo” puesto que, a “nivel destino”, “la caída que ha habido ha sido del 90% y toda la industria ligada al destino lo ha pasado realmente mal”. Unas cifras que a Destinia les ha repercutido negativamente como al global del sector.

“Nosotros hemos caído un 50% en número de reservas con respecto a 2019 y en un 60% de facturación”, señala Fernández, quien, aun así, destaca haber “batido al mercado gracias a la internacionalización tan fuerte que hemos hecho en los últimos años”. De hecho, actualmente Destinia vende en 90 mercados de todo el mundo, aunque esta diversificación no le ha eximido de caída global derivada de la crisis sanitaria. Una pandemia que ha cambiado por completo la forma de programar y realizar un viaje.

“En estos momentos de crisis, el usuario depende muchísimo del precio y de las condiciones del viaje, como si es reembolsable o no”, apunta Fernández como una de las peticiones más solicitadas por parte de los usuarios a la hora de aceptar viajar o no. “Las opciones de viaje en 2020 fueron muy pocas y había muy poco cliente dispuesto a contratar”. Además, destaca el director general de Destinia, los usuarios “no querían estar con otras personas que no fuese su familia”.

Esto es muy reseñable ya que las circunstancias no han impedido que destinos tradicionalmente vacacionales hayan vuelto a verse repletos de turistas –nacionales– en busca de playa y desconexión. “En estas situaciones de crisis tendemos a sobrestimar el impacto de las cosas”, argumenta Fernández en conversación con Capital, quien recuerda cómo en julio “se empezó a recuperar la venta” y “en julio y agosto los destinos hoteleros más comunes como Málaga o Benidorm se llenaron absolutamente”.

Una explicación que contrarresta con los datos de Exceltur, la patronal del turismo, cuyo informe sobre el tercer trimestre de 2020 concluye con el cierre de un verano negro. Según sus cifras, durante los meses estivales se produjo una caída del 69,2% de la actividad turística en España con una repercusión económica de 39.903 millones de euros inferior al año anterior.

De hecho, destinos costeros del litoral como Cádiz o Huelva sufrieron un retroceso del 42% y del 49% respectivamente mientras que la costa norte fue la menos dañada con una caída del 7,6% en la Costa Verde de Asturias o del 24,5% en la Costa da Morte gallega. ¿Primó entonces un turismo más rural y menos masificado para aquellas personas que sí optaron por desplazarse? Para Fernández “no es comparable si se ve el número de turistas vacacionales con el número de plazas de turismo rural”.

Además, destaca, “en 2020 los hábitos de consumo han cambiado y todas las reservas se han vuelto de último minuto”. “A partir del Black Friday aumentó mucho el número de las reservas, los tickets medios y el volumen de reservas”, argumenta Fernández antes de admitir que el problema es que una vez ha arrancado 2021 “la situación no ha ayudado mucho”.

En este punto, ¿puede vivir una agencia de viajes con la incertidumbre que genera el último minuto? “Hay muchas empresas que no y es lo que va a pasar a partir de ahora”. No obstante, Destinia tiene a su favor un factor fundamental: la digitalización. Una característica en auge en que les ha permitido salir airosos. “Es muy interesante que en 2019 el 37% de todos los servicios turísticos se vendieron online y el 62% seguía siendo offline, pero esto se ha dado la vuelta completamente y ahora todas las empresas que han apostado por la digitalización y el ecommerce serán las que se recuperen más rápido”.

No solo eso. En Destinia también destacan por ser “la primera agencia que aceptó bitcoins y es un nicho muy interesante, aunque también fuimos los primeros que introducimos Bizum o Paypal”, afirma el director de esta empresa que lleva desde 2015 aceptando la posibilidad de reservar a través de monedas digitales. “Trabajamos con muchas, pero las que mayor volumen abarcan de nuestras operaciones son Ethereum y Bitcoin”. Además, “es muy interesante desde el punto de vista de inversión porque antes había muy pocas empresas que permitían pagar con criptomonedas y hasta 2019 la expansión ha sido brutal”.

No obstante, el cambio de rumbo y definición que han experimentado las monedas digitales en el último año también les ha repercutido. “Este pasado año ha sido mucho menor porque se han empezado a entender como una manera de invertir más que de consumir” y “en la gente se nota que la ratio de crecimiento es menor”, no obstante, Fernández se muestra muy optimista con este nicho que les diferencia de muchos competidores.

Otra de sus características, la innovación. Una necesidad que desde sus cimientos han considerado vital y sobre la que en los últimos tiempos han decidido enfocarse en dos aspectos. “La primera es el paquete dinámico, es decir, intentar que el cliente construya su viaje sumando diferentes elementos [vuelto + hotel + servicios] con menos fricciones y de forma más sencilla”, señala. La segunda, la gestión de datos: “Cómo ser capaces a través del machine learning y el data science de ofrecer viajes que encajen más con los gustos del cliente, atiendan a sus necesidades y hacer soluciones más inteligentes”.

Pero, ¿cuáles son las necesidades del consumidor? ¿Qué busca un usuario a la hora de contratar un viaje? ¿Qué se esperan de este año? Pese a la incertidumbre e imprevisibilidad del viajero, lo cierto es que Ricardo Fernández tiene clara la tendencia que marcan los datos. “En los ratios de búsqueda se observa que el 65% de los usuarios británicos y alemanes quieren viajar fuera de sus países” con destinos como Grecia, Italia y España en su punto de miras, pero el nuestro es “el único país en el que sólo el 40% de los usuarios está pensando en viajar fuera”. Una tendencia curiosa que se aparta de los destinos que más prevén crecer este año: “República Dominicana, Cuba y México”.

¿Cambiará la opinión de los españoles de tener un escenario favorable en los próximos meses? Fernández dubita: “Depende mucho porque tenemos la tasa de ahorro bruto más alto desde 2011 y hay mucho ahorro retenido, pero la crisis al consumo sigue estando ahí y hay gente que no lo está pasando nada bien”. Por eso, concluye: “va a ser un año de viajes más cortos y con antelación mínima, la gente no va a hacer reservas hasta el último minuto”. La cuenta atrás para hacer la maleta ha comenzado.

Esta es una de las entrevistas que encontrarás en el número de febrero de la Revista Capital, ya disponible en tu kiosco o en Zinio.

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