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La industria automovilística abraza la movilidad sostenible en su camino hacia la recuperación

Las alternativas a los combustibles fósiles crecen, pero el mercado español del automóvil se muestra reticente al cambio El sector de la automoción vive inmerso en una profunda transformación, debido a la llegada de las últimas tecnologías, que hacen que el escenario para la industria sea, cuanto menos, disruptivo. Además, 2023 supuso un antes y un después para el sector, que tuvo que hacer frente a los ‘coletazos’ de una crisis de suministros sin precedentes y a una inflación disparada.  Para conocer qué le depara al sector en este año que recién comienza, Capital habla con Félix García, director de Comunicación y Marketing de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac); José-Martín Castro Acebes, presidente de la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER); Arturo Pérez de Lucia, director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive); Ángel García, presidente de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE) y Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2).   El sector, en cifras  El 2023 comenzó con el objetivo de conseguir una recuperación para el sector tras los diferentes ‘frentes abiertos’ que tuvo que abordar. En la medida en que se ha ido alcanzando una cierta estabilidad, en lo que al aprovisionamiento de componentes y materiales se refiere, la industria ha ido dando señales de mejora.  Desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) apuntan, por ejemplo, que las plantas de producción de vehículos instaladas en España fabricaron 2,04 millones de unidades en los primeros diez meses del año, lo que supone un aumento del 13,4% en comparación con el mismo periodo de 2022. Sin embargo, estos datos siguen representando un 14,6% menos que los de 2019, antes del estallido de la pandemia.  Y, aunque al…
Cae la producción automovilística un 20,1% en el mes de marzo y las exportaciones un 25,3% La producción de vehículos en España cayó un 20,1% en el mes de marzo, hasta situarse en las 181.401 unidades, debido a que la situación de incertidumbre internacional por el conflicto en Ucrania se une a la crisis de microchips que lastra al sector desde finales de 2020, que está afectando a toda la industria automovilística. Según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), recogidos por Europa Press, durante los tres primeros meses del año actual el ensamblaje de vehículos en las factorías españolas se redujo un 16,9%, hasta las 550.454 unidades. Por tipo de vehículo, la fabricación de turismos y todoterrenos contabilizó un descenso del 10,6% en marzo, hasta 152.705 unidades, mientras que en lo que va de año la cifra se contrajo un 13,5%, con 443.124 unidades. La producción de vehículos comerciales e industriales en España se redujo un 48,8% a lo largo del mes pasado, con 28.696 unidades, mientras que entre enero y marzo descendió un 28,4%, con 107.330 unidades. En cuanto a fuentes de energía, la cifra productiva de vehículos de gasolina experimentó un retroceso del 14,5% en el cómputo mensual, con 110.731 unidades, así como otro 14,5% en lo que va de año, con 328.452 unidades. La producción de modelos diésel descendió un 38,6% en marzo, con 47.589 vehículos en marzo, así como un 28,3% en lo que va de año, con 153.021 unidades. El ensamblaje de modelos eléctricos subió un 9,8% en el tercer mes del año, con 8.042 unidades, y un 21,7% en los tres primeros meses de 2022, con 23.688 unidades. En España se fabricaron 13.411 híbridos enchufables el mes pasado (+59,3%) y 36.159 unidades hasta marzo (+9,7%), mientras que la…
La producción de vehículos ha perdido un cuarto de su volumen en el último mes y un 5,7% en su cómputo anual Las fábricas españolas de vehículos produjeron 193.449 vehículos durante el pasado mes de noviembre, un 28% de reducción en comparación con el mismo mes de 2020, afectadas por la falta de suministro de componentes que está repercutiendo en la industria mundial de automoción. En los once primeros meses del año actual, el volumen de fabricación de vehículos en España se situó en 1,95 millones de unidades, lo que representa una disminución del 5,8% en la comparativa con el mismo período del año previo. "La falta de chips continúa agravando la situación" Según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), la producción de vehículos en España "no consigue remontar" y se sitúa en niveles inferiores a los contabilizados el ejercicio pasado, a pesar de que en 2020 las fábricas pararon su actividad durante más de dos meses por la pandemia. "El desabastecimiento de chips continúa agravando la situación en las fábricas españolas. La situación se ha ido agravando conforme avanzan los trimestres y se prevé que no mejorará hasta al menos mediados de 2022", explicaron desde Anfac. Cifras por tipo de vehículo Por tipo de vehículo, las factorías nacionales montaron 155.724 turismos y todoterrenos el mes pasado, un 27% menos, y 1,54 millones de unidades en lo que va de 2021, un 5,7% menos, mientras que la producción de vehículos comerciales e industriales bajó un 31,6% en el cómputo mensual, hasta 37.725 unidades, y un 6,4% desde enero, hasta 401.056 unidades. En cuanto a la exportación, las plantas enviaron 169.197 vehículos 'made in Spain' a otros países en noviembre, lo que representa una disminución del 26,8% en la comparativa con dicho mes del año precedente. Además,…
Las matriculaciones de turismos y todoterrenos en España se situaron en 456.833 unidades en el primer semestre de este año, lo que supone un crecimiento del 34,4% en comparación con el mismo periodo de 2020, pero todavía un 34% por debajo de datos de 2019, último año antes de la pandemia. Según cifras de las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam), recogidas por Europa Press, solo en el mes de junio se vendieron en el mercado nacional 96.785 automóviles, un 17,1% más que en el mismo mes del ejercicio precedente, aunque un 25,8% por debajo de junio de 2019. Estos valores muestran que a pesar de que el mercado ya contabiliza datos superiores a los del año pasado, todavía se encuentra lejos de alcanzar los registros de ejercicios anteriores a la llegada del coronavirus. Por canales, los particulares adquirieron 36.269 coches en junio, un 18,9% menos que en el sexto mes de 2020, y acumulan 174.993 unidades en lo que va de año, un 7,6% más. Por su parte, el canal de empresas incrementó sus registros un 11,5%, hasta 31.347 unidades en junio, y un 39,7% en lo que va de año, con 167.755 vehículos. Fueron las compañías de 'rent a car' las que incrementaron sus compras en mayor medida e impulsaron el crecimiento del mercado, con 29.169 unidades en junio, un 196% más, así como 114.085 automóviles en los seis primeros meses de 2021, un 99,7%.
Las fábricas de vehículos españolas produjeron 850.043 unidades entre enero y abril, lo que supone un 30,4% más que en el mismo periodo de 2020, pero quedándose un 13,4% por debajo de los niveles de 2019, último año antes de la pandemia. Según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), de este total 659.848 fueron turismos y todoterrenos, un 27,1% más que en el primer cuatrimestre de 2020 y un 15,5% menos que en 2019. Por su parte, se produjeron 190.195 vehículos comerciales e industriales, un 43% más que el año pasado y un 5,2% menos que antes de la pandemia. Tal como ha informado Anfac, el desabastecimiento de microchips está suponiendo un importante lastre para alcanzar el ritmo deseado en la fabricación de vehículos, tanto en España como en Europa y es previsible que la situación no mejore al menos hasta después de verano. "A este contexto hay que añadirle la menor demanda procedente de los principales mercados en Europa, que aún a pesar de registrar cifras superiores de entregas a las conseguidas en el mercado nacional, siguen arrastrando significativos descensos en las matriculaciones del mes de abril", ha añadido la asociación. Tipo de vehículos más vendidos Solo el mes pasado, la producción de vehículos aumentó un 3.777% en España, con 187.819 unidades, ya que en el ejercicio anterior las plantas estaban cerradas por el confinamiento. Este dato sigue un 16,4% por debajo de 2019. En concreto, se ensamblaron 147.468 turismos y todoterrenos, un 3.213% más que en 2020 o un 19,1% menos en comparación con hace dos años, así como 40.351 vehículos comerciales e industriales, un 10.167% más que el año pasado o un 4,6% menos que en 2019. Por fuentes de energía, la gasolina continúa siendo el combustible de la mayoría de…
Las matriculaciones de turismos y todoterrenos en el mercado español alcanzaron un volumen de 100.242 unidades en los dos primeros meses del año, lo que representa una fuerte caída del 44,6% en comparación con el primer bimestre de 2020, según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam). Este desplome se explica por la débil demanda comercial experimentada desde principios de año, a causa de la entrada en vigor del nuevo ciclo de homologación WLTP, que motivó un incremento medio del 5% en el precio de los automóviles. En febrero, las entregas de automóviles en España se situaron en 58.279 unidades, lo que se traduce en una bajada del 38,4% respecto a las 94.618 unidades que se comercializaron en el segundo mes del año precedente. Por canales, el de particulares bajó un 48,4% hasta febrero ,con 42.187 unidades, mientras que el mes pasado la bajada fue del 43,8%, hasta 23.154 unidades, mientras que el canal de empresas descendió un 31,4% en los dos meses, con 44.506, superando al de particulares, al tiempo que en febrero el retroceso fue del 18,7% y 26.111 unidades. Las empresas de alquiler de vehículos cerraron el primer bimestre del año actual con unas matriculaciones de 13.549 unidades, lo que supone un descenso del 60,7%. En febrero, el volumen fue de 9.014 unidades, un 57,7% menos. La directora de Comunicación de Anfac, Noemi Navas, afirmó que la conjunción de la tercera ola de la pandemia, la mala coyuntura económica y la caída de la confianza de los consumidores sumados al fin del Plan Renove y la subida del impuesto de matriculación "están teniendo un impacto muy negativo en las ventas". "El tráfico de exposición en los concesionarios está cayendo un 50% respecto a los datos del año pasado, lo que indica que…
El siglo XXI ha sido una época de retos para la industria del automóvil, si bien nunca nos hemos encontrado con una etapa tan desafiante como la actual. Desde la crisis económica de 2008, con una fuerte caída en la demanda y en la producción, hasta la transformación del sector hacia una nueva movilidad más conectada, autónoma, electrificada y compartida, la industria ha ofrecido siempre un ejemplo de liderazgo, respuesta rápida y adaptación, aportando todo su músculo industrial para dar soluciones a las demandas sociales e impulso a la economía. Y ahora, una vez más, nos enfrentamos a un nuevo reto marcado por la crisis sanitaria del COVID-19, que inevitablemente derivará en una importante recesión económica. Ya nos hemos visto en crisis de este estilo. La crisis económica de 2008, que se inició con la caída de Lehman Brothers, frenó también el impulso acumulado del sector desde principios de siglo, que alcanzó en 2006 su punto más alto de matriculaciones, con más de 1,6 millones de unidades comercializadas. A partir de ahí, la crisis provocó una caída en picado hasta los menos de 700.000 vehículos nuevos vendidos en 2012, en lo más profundo del pozo. Por desgracia, vamos camino de repetir esta cifra en 2020. Las previsiones apuntan a que el mercado de ventas de turismos caerá entre el 40 y el 45% y esta situación corre el riesgo de agravarse si no ponemos en marcha, de manera urgente, un plan de choque urgente para el sector de la automoción, con medidas específicas para el impulso a la demanda y el mantenimiento de la industria. El colosal impacto de la crisis económica se sintió entonces en la producción como se está sintiendo ahora. Entonces, se perdieron un millón de vehículos fabricados, dejando las cifras de producción por debajo de los…
En los últimos años, la industria de la automoción está viviendo cambios muy relevantes que afectan a su desempeño. La tecnología ha cambiado radicalmente la manera de entender el transporte. Empujada por la tecnología, la movilidad ha ampliado su significado y su potencia, pivotando sobre cuatro ejes principales de evolución: la electrificación, la conectividad, la autonomía y la movilidad compartida. Se ha convertido así en un tema transversal, de interés, en tendencia e incluso en propuesta electoral. La movilidad es tan relevante, que hoy la entendemos como el derecho de los ciudadanos a movernos libremente, pero sin olvidar que representa el PIB de un país, porque su ordenación positiva es fundamental para el empleo, el comercio y la industria. Para una industria que en España representa el 10% del PIB y el 9% de la población activa, con 17 fábricas en 10 comunidades autónomas.  Para ANFAC, la movilidad ha de ser inteligente, eficiente, accesible y asequible. Debe acomodarse a la demanda del ciudadano, que ha cambiado hacia entender la movilidad como un servicio y no es la misma en las grandes ciudades que en las zonas rurales. Además, en su definición y regulación inteligente, se ha de trabajar en potenciar sus aspectos positivos (nuevas áreas de negocio, flexibilidad, disponibilidad) mientras se minimizan los negativos (congestión, contaminación, accidentalidad) Los fabricantes ya estamos trabajando en la descarbonización del parque, cumpliendo con las más exigentes normativas medioambientales y en la reducción de los accidentes en carretera, pero necesitamos una hoja de ruta común para la movilidad que nos permita trabajar con seguridad y visibilidad. Porque esta rápida evolución de las tecnologías, las distintas opciones en cuanto a motores que hay disponibles, las diferentes políticas de movilidad en las regiones y las posibles restricciones futuras a la circulación generan incertidumbre en los ciudadanos, que…
Mario Armero es vicepresidente ejecutivo de ANFAC. A lo largo de su vida útil un coche en España soporta 10 impuestos diferentes. En la compra, cuando reposta, cuando circula, cuando cambia de propietario, cuando se achatarra… Diez tributos distintos que aportan a las arcas públicas españolas más de 28.000 millones de euros al año. Abonados, por cierto, por los ciudadanos, porque no contamos en esta suma la tributación que aplica a las empresas del sector de la automoción, esas que constituyen el 10% del PIB y emplean a alrededor del 9% de la población activa del país. Sin que haya nada claro todavía, en el entorno político actual se están poniendo sobre la mesa una pluralidad de impuestos que podrían tener un impacto negativo en la fiscalidad de la automoción. La equiparación de tributación del diésel y la gasolina en el Impuesto de Hidrocarburos, la subida de la prima de los seguros de coche, el impuesto por emisiones de CO2 que prepara Cataluña son escenarios que estamos valorando para determinar hasta qué punto pueden afectar a nuestro mercado. ¿Es posible que incrementen sustancialmente la tributación de los vehículos? Porque una excesiva presión fiscal desincentiva la demanda y debilita el mercado. Y al final, impacta sobre las fábricas españolas de vehículos, que ven peligrar su competitividad por las distorsiones en las ventas que provocan estas subidas de impuestos. No es lógico penalizar, por ejemplo, el consumo de diésel a través del impuesto de Hidrocarburos bajo la justificación medioambiental. Esta carga extra implica que el legislador no está queriendo ver las mejoras que la tecnología y la innovación ha traído a estos motores en los últimos años. Los vehículos diésel nuevos han reducido sus emisiones contaminantes en un 84% y en más de un 90% sus emisiones de partículas respecto de sus…
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) mostró ayer su firme rechazo a los planes del Gobierno socialista (filtrados ayer por el propio Ejecutivo) que propone la prohibición de la fabricación de vehículos de combustión a partir de 2040 -en caso de seguir en el poder y contando con el visto bueno del Congreso- en un borrador que maneja el Ministerio para la Transición Ecológica del anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. En un comunicado, la asociación valoró dicha medida como “excesiva en sus objetivos y acelerada en sus plazos”. En concreto, ANFAC considera que “en la práctica, esto significa ir en contra del principio de neutralidad tecnológica defendido al máximo por la Unión Europea”. Además, la asociación indicó que la propuesta “prohíbe cualquier subvención que favorezca el consumo de combustibles fósiles” lo que “significa que sólo se podrán subvencionar los vehículos eléctricos puros, con lo que desactiva los actuales planes de apoyo al vehículo alternativo y discrimina, desde ya, a una tecnología limpia y eficiente frente a otras, que deben servir de puente para alcanzar la movilidad cero y bajas emisiones”. Por ello, ANFAC resalta que “la industria está totalmente comprometida con la descarbonización del parque automovilístico” pero que la transición hacía “una movilidad cero y bajas emisiones” ha de ser “ordenada, justa y rentable, desde el punto de vista social y económico”, según afirmó su vicepresidente ejecutivo, Mario Armero. ANFAC además critica que el Gobierno “no ha contado con la opinión de las asociaciones del sector ni de los sindicatos” a la hora de redactar este proyecto cuando el clima entre ministerios y asociaciones era “de total interlocución y colaboración”. Por último, para ANFAC “este proyecto de Ley tiene una serie de implicaciones económicas, laborales, sociales y de políticas de movilidad, con…