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Cayetana Álvarez de Toledo

La gaviota encerrada en el círculo

Madrid, 10 de julio de 2015. Conferencia política del Partido Popular. Un vídeo de Lillian Tintori, mujer del preso venezolano Leopoldo López, abre el evento. En él, Tintori da las gracias a Felipe González y a Mariano Rajoy por su cercanía, y sirve al presidente del Gobierno para centrar el mensaje clave de su campaña electoral: la libertad. “¡La vamos a afirmar y la vamos a defender!”, afirma con fuerza el primer ministro. El golpe de efecto es evidente, y los destinatarios, también: el miedo a Podemos y a su supuesta identificación con las formas de actuar bolivarianas; el ataque colateral al PSOE, por haber apoyado a los populistas en diversos ayuntamientos y comunidades. ¿Pero se puede decir que el PP favorece la libertad? ¿Un partido que sube los impuestos a niveles históricos y ahoga la vida económica, que no permite el debate interno en sus filas? ¿Quién cree la apología de la libertad si se siente maltratado? Desde luego, estamos hablando de niveles distintos. España, por fortuna, está muy por encima de Venezuela en niveles de libertad. Pero las cotas de corrupción siguen siendo indignantes, como lo son las dificultades para llegar a final de mes o las infinitas trabas municipales y autonómicas para las iniciativas y para crear empresas. Los partidos políticos tienen mucho que hacer. En primer lugar, el que está actualmente en el Gobierno. Quizá por eso, Cayetana Álvarez de Toledo cree que la conferencia política fue una oportunidad perdida. “No ha servido para plantear un debate profundo”, señala. En opinión de esta joven diputada del PP, nos encontramos en el momento más crítico desde que se llevó a cabo la Transición. Piensa que España necesita una fuerza política de centro derecha moderna, abierta, fuerte, valiente, liberal y ganadora. Su objetivo debería ser agrupar a todo el espacio de…
La cabeza de lista del PP por Barcelona al Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, dijo que el presidente de la Generalidad, Quim Torra, "puede hacerse el gracioso, puede hacer sus jugarretas y sus payasadas, pero el Estado no puede permitir que le tomen el pelo". Así se pronunció en una entrevista en Telemadrid, recogida por Servimedia, después de que la Generalidad haya cambiado la pancarta del Palacio de San Jaime que contenía un lazo amarillo por otra con el mismo símbolo en color blanco. "España es una gran democracia, un país de primera, y no puede permitir que esto suceda", dijo la número uno del PP a las listas del Congreso por la circunscripción de Barcelona. De momento, España entera pendiente del dictamen de la Junta Electoral Central que se reúne hoy para decidir qué hacer con los lazos amarillos en época electoral.