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Los mercados emergentes crecerán un 8% anual durante los próximos cinco años

Oliver Wyman y Deutsche Bank han publicado su cuarto informe anual sobre gestión patrimonial, titulado Out of the pit stop-into the fast lane (Fuera de boxes-hacia la vía rápida). El informe señala que el crecimiento de los altos patrimonios (high net worth, HNW) se redujo al 4% en 2018, año en el que los gestores patrimoniales se enfrentaron a vientos en contra: un menor crecimiento de los Activos bajo Gestión (Assets under Management, AuM), mercados más desafiantes y una presión constante sobre las comisiones del negocio de la gestión de patrimonios. La presión sobre los ingresos sufrida a finales de 2018 revela la continua vulnerabilidad de los modelos operativos ante el estrés del mercado y, aunque el rebote experimentado en 2019 trajo consigo cierto alivio, es inevitable que termine produciéndose una mayor presión a medida que el fin de ciclo se acerca. En palabras de Pablo Campos, Managing Partner de Oliver Wyman Iberia, "para lograr un crecimiento por encima de la media, trabajar en los mercados desarrollados no será suficiente. Los mercados emergentes son el motor para el crecimiento en el futuro, ya que el sector continúa enfrentándose a presiones sobre los márgenes y los costes en los mercados desarrollados". El informe de Oliver Wyman destaca las siguientes prioridades: Repensar la presencia geográfica en los mercados emergentes, particularmente en Asia-Pacífico e Hispanoamérica, ya que más de la mitad del crecimiento de los HNW (altos patrimonios) se originará en los mercados emergentes, que cuentan con un tercio del stock hoy en día. Asia-Pacífico: los gestores de patrimonio han de permanecer alerta ante los desarrollos en mercados offshore como Hong Kong y Singapur, al tiempo que crece el reto para aumentar la escala. Mediante la implementación de cambios estructurales, es el momento de valorar la entrada en China Continental. Además, han de…
los mercados emergentes y las economías en desarrollo seguirán dando cuenta de la mayor parte del crecimiento mundial, aunque será inferior al cosechado durante las dos últimas décadas: un 4,1% este año, y un 4,6% en 2017. Eso sí, habrá luces y sombras. Por empezar por estas últimas, los países exportadores de petróleo seguirán viendo cómo se ralentiza su avance, al igual que les sucederá a aquellos exportadores de otras materias primas (como determinados de América Latina). China continuará con su particular marcha atrás, Brasil y Rusia no dejarán de lado sus profundas recesiones, y Sudáfrica apenas crece. “Los BRICS han perdido mucha fuerza, hay muchas dudas sobre su evolución”, relata Miguel Otero, del Real Instituto Elcano (RIE). “El que peor sale parado es Brasil, sobre todo por sus problemas políticos y de corrupción”, sostiene Javier Díaz Giménez, profesor de Economía del IESE.  A lo que hay que añadir su cuantiosa deuda pública y su enorme déficit presupuestario. Por otra parte, algunos países de América Latina y Oriente Medio vivirán su particular zozobra por el descenso del precio del crudo, mientras que en África, la desfavorable coyuntura internacional aguijoneará a muchos de sus países. “Aunque seguirá renqueante, tendrá un mejor comportamiento la ribera del Índico que la del Atlántico, que es donde llegan los barcos procedentes de Asia”, especifica Javier Díaz Giménez. Tanzania (6,5%) y Kenia (6%) podrán ver la llegada de empresas interesadas en la construcción de infraestructuras, en concreto, nuevos puertos. Los destacados. Según el FMI, en India la situación sigue siendo buena al registrar un crecimiento sólido y un aumento del ingreso real. “Es la única economía que crece de manera robusta [las estimaciones apuntan a un 7,6% en 2016]. En otros países emergentes el capital ha vuelto a los países desarrollados”, manifiesta Miguel Otero. “Se espera…